Más de un milenio ha pasado desde que la historia alrededor del Camino de Santiago comenzara su andadura.
Fue durante el año 813 cuando la tumba de Santiago el Mayor, uno de los principales apóstoles de Jesús, se descubrió en Santiago de Compostela.
Desde entonces, numerosos peregrinos se han movilizado a fin de recorrer aquel suelo que, en un pasado muy lejano, este apóstol transitó.
Tanto si tus motivaciones son espirituales como lúdicas, el Camino de Santiago posee el mágico poder de llevar a la mayoría de los peregrinos hacia una paulatina introspección. Así mismo, la posibilidad de sociabilizar con los distintos viajeros que recorren junto a ti los diferentes caminos convierten a estas rutas de peregrinación en una de las más populares de toda Europa.
En este sentido, Asturias acoge los conocidos como ‘Caminos de Santiago del Norte’, entre los que se encuentran dos de las variantes del camino más significativas —el Camino de la Costa y el Camino del Salvador— y una de las alternativas más emblemáticas: el Camino Primitivo.
El resurgir del Camino Primitivo
Si alguno de los caminos es sinónimo de belleza histórica, ese es el Camino Primitivo, aquel que recorrió Alfonso II al llegar a sus oídos el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago, durante el año 813.
Fue entonces cuando el monarca decidió emprender, desde Asturias, un viaje hacia Galicia, donde ordenó construir una catedral en la que recoger los restos de Santiago El Apóstol.
El Camino Primitivo es una de las rutas indispensables que todo peregrino ha de considerar, pues es este el camino que lo acerca a descubrir las auténticas raíces de la peregrinación, como la complejidad histórica, el espíritu religioso y, sin duda, la constancia que ha de acompañar a todo caminante ante una travesía de tal consistencia.
Todos aquellos apasionados de las rutas de senderismo que busquen una experiencia repleta de paisajes que reflejan toda la belleza del norte de la península no pueden perderse el Camino Primitivo. Junto con la diversidad histórica y patrimonial, el poder de la riqueza natural de esta ruta cobra un papel protagonista. Desde el km 0, la comunidad asturiana recibe al peregrino con una gama de colores majestuosa que hacen de sus valles un auténtico escaparate natural donde el caminante empezará a experimentar la conexión total con el entorno y esa magia que envuelve al Camino de Santiago.
Sus 313 km se dividen en 11 etapas que requerirán de ti unos 14 días para finalizarlo. Sin embargo, sus alojamientos privados, bares y restaurantes harán tu aventura más liviana donde parar a descansar y recuperar fuerzas disfrutando también de la riqueza gastronómica de los distintos pueblos por el que transcurre.
Además, los tramos asturianos están muy bien señalizados, por lo que podrás estar seguro de estar recorriendo el camino adecuado. Este hecho, junto a la fidelidad del camino con la ruta original —la transitada por Alfonso II— propicia que cada año aumenten los peregrinos que escogen esta variante.
El camino, así mismo, se compone de abundantes monumentos envueltos en un halo de magia y belleza natural, pues tiende a evitar el asfalto y transcurre por parajes que son buena muestra de la riqueza paisajística de Asturias con ese verde tan puro y tan característico de esta comunidad.
Estos detalles lo convierten en un camino tranquilo y admirable, poco transitado y, fundamentalmente, en la mejor alternativa para aquellos apasionados del Camino de Santiago que busquen una experiencia en la que reencontrarse con la paz y desconexión anhelada en el día a día.
Comenzando en Oviedo/Uviéu, el peregrino pasará por San Xuan de Villapañada, Salas, Tinéu, Pola de Allande y A Mesa, para continuar por Grandas de Salime, A Fonsagrada, O Cádavo y Lugo. Una vez alcanzada esta provincia, seguirá caminando hasta San Romao de Retorta, Melide, O Predouzo y, finalmente, Santiago.
Caminos de Santiago del Norte: Camino del Salvador y Camino de la Costa
La historia del Camino del Salvador o Camino de San Salvador comienza con el reinado de Alfonso II en la antigua capital de España: Oviedo/Uviéu. Es en esta ciudad donde se decide salvaguardar todas las piezas de gran valor, creando el rey una cámara santa dentro de la catedral y dando lugar a que Oviedo/Uviéu pase a ser la provincia con mayor posesión de reliquias.
El Camino del Salvador cuenta con ciertos rasgos que lo convierten en una opción deseable para los peregrinos que apuestan por transitar en solitario; y es que el hecho de que este camino no es tan conocido ofrece la posibilidad de evitar las masificaciones y desarrollar una travesía más tranquila. Así mismo, este camino se caracteriza por tener una dificultad moderada.
El Camino de San Salvador cuenta con una fantástica señalización y una credencial propia, conocida como ‘La Salvadorana’.
Por otra parte, el Camino de la Costa o Camino del Norte es la segunda ruta más larga de todas las alternativas que ofrece el peregrinaje.
Esta vía recorre toda la costa del norte de la península de este a oeste y encuentra su origen en el camino que tomaron los antiguos reyes europeos para llegar a Santiago de Compostela.
Al igual que el Camino del Salvador, esta ruta sufrió un cierto declive durante la reconquista y a la potenciación a la que se vio sometido durante el siglo XII el Camino Francés.
Uno de los detalles a destacar de esta variante es la suavidad del terreno —salvo en ciertas ascensiones en el monte— y la bella e imponente combinación entre mar y montaña.
Los Caminos de Santiago por Asturias suponen una experiencia tan apasionante como bella. En este sentido, tener presente estas opciones no tan conocidas asegura un aporte extra de riqueza al espíritu del peregrino.
Se trata de una experiencia única que, para muchos, supone un antes y un después. Es fundamental tomar conciencia de los consejos y recomendaciones y, una vez tomada la decisión, empezar a preparar la aventura para exprimir al máximo cada momento y volver a casa con la mochila repleta de energía positiva.
El Camino de Santiago por Asturias ofrece el mejor escenario para disfrutar de la experiencia. Es una ruta, como hemos descrito, muy rica en recursos culturales, patrimoniales y paisajísticos. Además, no se puede dejar de recomendar la tan reconocida gastronomía asturiana. Pero, sin duda alguna, si algo caracteriza a esta ruta, es la paz y la tranquilidad.