¿Buscas al acompañante perfecto para realizar el Camino de Santiago?
Es muy posible que esté a tus pies ahora mismo, dispuesto a vivir esta gran aventura y llegar contigo a Santiago de Compostela… o hasta el fin del mundo.
Si quieres realizar el Camino de Santiago con tu perro, solo debes tener en cuenta algunos detalles. Seguro que será una experiencia fantástica para los dos.
Los preparativos
- Entrena con tu perro.
- Un perro no puede pasar de andar media hora por el parque a realizar largas etapas. Llévale contigo en tus entrenamientos por terrenos variados, para que se habitúe al esfuerzo y vayas conociendo sus límites.
- Planifica los alojamientos
- Si peregrinas con un perro es difícil alargar o acortar etapas porque puedes encontrarte con problemas para alojaros. Mejor planifica antes y reservar los alojamientos donde admitan animales. Solo en casos de perros que estén acostumbrados a dormir solos puedes permitirte improvisar y preguntar si tu perro podría dormir en el porche o patio del albergue. Una tercera opción es llevar una tienda de campaña para dormir sin molestar a otros peregrinos y sin tener que pagar alojamientos más caros.
- La ida y la vuelta, mejor en coche
- Las opciones para viajar en transporte público con perros son limitadas. Lo más sencillo es recurrir al coche para llegar al punto de salida y volver a casa.
- La mochila de tu perro
- Al preparar tu mochila tendrás que meter una serie de objetos extra: documentación, bebedero, comedero, chubasquero o toalla para secarle, correa o arnés, cepillo, comida y un botiquín básico. Algunos perros pueden llevar alforjas, pero esto es una decisión personal que solo tú puedes tomar.
- Ojo con el calor
- El calor puede ser el gran enemigo de tu mascota. Dale agua con frecuencia, mójale para refrescarle y presta atención a cualquier signo de cansancio.
- Cuida la hidratación
- Lleva siempre encima agua suficiente para los dos, sobre todo en las zonas en las que las distancias entre pueblo y pueblo se alargan. Tu perro puede beber de riachuelos y acequias, pero desconfía de aguas estancadas.
- Llevar siempre algo de pienso
- La alimentación de tu perro debe ser parecida a la que lleva en casa, aumentando las cantidades. Es posible que por el cansancio pierda el apetito; intenta mezclar pienso con otra comida más sabrosa. En casi todos los pueblos encontrarás donde comprar alimento para tu perro, pero es aconsejable llevar siempre pienso en la mochila.
- Ata a tu perro cuando camines por zonas peligrosas
- En ciudades concurridas, carreteras con mucho tráfico, cruces y zonas con animales sueltos es mejor que lleves atada a tu mascota. Habrá muchos otros momentos en los que podrá andar con total libertad.
- Cuida sus patitas
- Los perros también se resienten de las caminatas. Vigila sus almohadillas a diario, y aplícale una crema hidratante al final de la jornada. Existen zapatos especiales para perros, pero deberás acostumbrarle a llevarlos antes de empezar el Camino.
- El botiquín del perro peregrino
- Todo perro peregrino debería contar con una crema hidratante para las almohadillas, repelente de parásitos, collar antigarrapatas resistente al agua y en ocasiones suplementos recomendados por el veterinario.
¡Buen (y perruno) Camino!