La credencial del peregrino es un documento imprescindible si quieres tener alojamiento en los albergues públicos y solicitar la Compostela al llegar a Santiago. Es un impreso parecido a un pasaporte en el que se van estampando los sellos de albergues o de lugares de interés como iglesias, parroquias…
Aunque no es obligatorio tenerla, hoy en día no hay peregrino que no lleve su credencial como recuerdo del Camino.
Para qué sirve la credencial
La credencial es un documento expedido por la Iglesia, y en principio se destina a las personas que hagan el Camino de Santiago con motivos espirituales. Es la versión moderna de los salvoconductos que llevaban los peregrinos en la Edad Media.
A efectos prácticos, la credencia es una forma de identificarte como peregrino. Cada vez que duermas en un refugio para peregrinos o pases por un lugar destacado puedes pedir que sellen tu credencial, y de esta forma podrás solicitar alojamiento en los albergues públicos y recibir la Compostela.
Recuerda que para recibir la Compostela debes hacer al menos 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta. Por eso es importante que en este tramo que selles tu credencial dos veces al día.
Dónde pedir tu credencial
Aunque existen distintos modelos de credencial, el oficial es el de la Oficina de Acogida al Peregrino y es el que te aconsejamos llevar. Se puede solicitar a través de la propia Oficina o en asociaciones de amigos del Camino de Santiago, cofradía, parroquias, albergues… en España o en el extranjero.
La credencial tiene un coste de entre 0,5 y 2 euros, por lo que deberías desconfiar si te piden una cantidad elevada por este documento.
Si comienzas el Camino en lugares populares (Roncesvalles, Sarria…) es muy probable que puedas conseguir la credencial allí mismo en el albergue público, pero también puedes pedirlo con antelación a través de un punto autorizado en tu comunidad.