Grandas de Salime
Nos dirigimos hacia Cerexeira pasando por la Capilla del Carmen del siglo XVIII y avanzamos por una senda de hierba y robles bajos. Continuamos por la AS-28 pasando por la Xuntacasa y habremos llegado a Cerexeira. Seguimos hacia Castro donde encontramos un asentamiento de la Edad del Bronce que data del 800 a.C. Pasamos Padraira y nos encontramos con la capilla de San Lázaro.
Una vez hayamos llegado a Gestoselo, comenzaremos la subida al Puerto del Acebo. Peñafonte será la última población asturiana por la que pasaremos. Aquí podemos parar a descansar en la Iglesia de Santa magdalena donde además podremos llenar nuestra cantimplora. Continuamos la ascensión por el Monte do Zarro que salvo al comienzo, se trata de un tramo bastante llevadero.
Fonsagrada
La subida al Monte de Curiscada requiere mayor esfuerzo. En cuanto veamos Fonsagrada a lo lejos, todavía a más de 12 kilómetros, habremos dejado atrás Asturias. Al bajar a la carretera, junto a la Venta do Acebo, encontraremos el primer indicador gallego que a partir de ahora será una concha. Pasadas las poblaciones de Cabreira y Fontfría, llegaremos a Barbeitos donde se encuentra la Ermita de Santa Bárbara. Justo encima hay un mirador y un banco donde podemos descansar.
Una vez hayamos pasado la capilla de Santa Cruz de Paradanova, tomaremos el Camín da Granxa que asciende hasta la carretera de entrada a A Fonsagrada. En la localidad hay varios albergues donde poder pernoctar. El de la Xunta se encuentra en la parroquia de Padrón, casi 2 kilómetros más adelante.
ESPECIAL ATENCIÓN
La pendiente de Alto del Acebo es mucho más tendida que la del Puerto del Palo de la Etapa 5 y además más aburrida. La AS-28 empieza a empinarse a partir de Gestoselo y continua subiendo hasta Peñafonte donde se deba cruzar la población por el camino que vuelve a conectar con la calzada para terminar coronando, tras un duro camino, sobre el puerto.
Junto a la Venta del Acebo se encuentra la primera señalización de la comunidad gallega. A partir de este punto será la concha la que indique la dirección a seguir, aunque una flecha amarilla se encarga de remarcarlo.
En Paradanova tiene lugar el último esfuerzo de la etapa. Una dura cuesta que solamente se hacen más llevaderas por la cercanía de nuestro destino.