Una de las leyendas más conocidas entorno al Camino de Santiago es la que discurre en la Fuente Reniega, en el Alto del Perdón que alcanzamos a algo más de 13 kilómetros de Pamplona, en la cuarta etapa del Camino Francés.

Se dice que un peregrino que caminaba en los meses más calurosos del año llegó agotado y sediento al Alto del Perdón buscando ansiosamente un lugar donde refrescarse. En ese momento, se apareció el diablo ofreciéndole su ayuda a cambio de cumplir una condición: renegar de Dios. El peregrino no aceptó su propuesta y prefirió resistir, a pesar de su negativa, el Diablo volvió a ofrecerle agua con otra nueva condición: renegar de la Virgen. Por segunda vez, el peregrino rehusó su invitación y se mantuvo firme. El Diablo, consciente del sufrimiento del caminante, propuso un último requisito antes de guiarlo a una fuente donde saciar su sed: renegar del Apóstol Santiago.
Según la leyenda, a la tercera negativa del peregrino, el Diablo se esfumó y apareció el Apóstol Santiago que guió al caminante hasta la hoy conocida como Fuente Reniega, para que por fin pudiese saciar su sed. El peregrino, prácticamente moribundo, llegó a la fuente y tomó agua de la propia vieira del Apóstol Santiago.
El “Misterio de Obanos”, la historia de “Poyo de Roldán”, “El milagro del gallo y la gallina”, “El pájaro y la Virgen” o la leyenda “Los pastores de Estella” son otras historias que giran en torno al Camino de Santiago y que han ido transmitiéndose de generación en generación.