Elegir la mochila adecuada para el Camino de Santiago es una de las decisiones más importantes que debemos tomar antes de iniciar la aventura. Son varias jornadas de entre 20 y 25 kilómetros cada día y debemos tener en cuenta una serie de consideraciones.
1. Cómoda y ligera: la mochila que utilicemos en el Camino ha de ser cómoda y ligera, su peso vacía no debería superar el 1.5- 2 kg. Siempre se recomienda no llevar un 10% de nuestro peso por lo que el propio peso de la mochila es un detalle a tener en cuenta.
2. El tamaño: podemos caer en la tentación de llevar una mochila demasiado grande para llevar más cosas pero lo más importante es elegir el tamaño más adecuado en función de los días de ruta y de la época en que vayamos a realizar el Camino de Santiago. Entre 35 y 60 litros deberíamos encontrar el tamaño más adecuado de manera que para la mayor parte del año sería suficiente con elegir mochilas de entre 35 y 45 litros y únicamente para los meses más fríos las de 50 y 60 litros ya que necesitaremos más espacio para ropa de abrigo. Lo ideal es ir lo más ligero posible, llevando únicamente lo imprescindible para evitar cargas innecesarias que nos acaben jugando una mala pasada a lo largo de los días.
3. Rappels de carga: es necesario ajustarlos correctamente para que todo lo que llevas en la mochila se mantenga estable durante la caminata.
4. Funda impermeable: debemos llevar este complemento para la mochila. Durante los días que dure la ruta elegida es probable que en algún momento tengas que hacer frente a la lluvia y una funda impermeable puede evitar que se moje todo tu equipaje.
5. Tirantes ajustables y adaptables: para evitar lesiones musculares y caminar cómodamente debemos llevar la mochila totalmente pegada a la espalda y para ello es fundamental que cuente con tirantes ajustables y adaptables. Cinturón, correa de unión de las hombreras, cierre pectoral, tirantes para apoyar las manos y correas elásticas para enganchar objetos, son imprescindibles.
6. Sistema de ventilación en la espalda: Dado que la mochila debe ir pegada a la espalda es importante que ésta cuente con un sistema de ventilación que ayude a mitigar la inevitable sudoración.
7. Compartimentos externos: para evitar tener que vaciar la mochila o tener que rebuscar entre el equipaje, es recomendable que la mochila tenga compartimentos externos que nos permitan tener fácil acceso a objetos o elementos como, por ejemplo, botella de agua, crema solar o un sombrero.
8. Camelback: muchas mochilas incorporan este complemento. Se trata de un sistema de hidratación que nos facilita la hidratación en ruta.
9. Calidad: es muy importante que los materiales de la mochila tengan unos mínimos de calidad en cuento a las propias costuras como que demuestre cierta resistencia a la abrasión.
10. Pruébala antes de salir: unas semanas antes de iniciar el Camino de Santiago prueba a preparar tu equipaje y a caminar con el peso estimado que tienes pensado llevar. Esta prueba te servirá para medir tus fuerzas y replantearte el peso en el caso de que resulte excesivo.