La gran pregunta entorno al saco de dormir para el Camino de Santiago es ¿es necesario o no? La respuesta depende de tus planes. Si has organizado el Camino pensando en dormir en hoteles, hostales u otro tipo de alojamientos similares no necesitas ir equipado con saco. Sin embargo, si vas a pernoctar en albergues, te recomendamos que hagas un hueco en tu mochila.
Las características del saco de dormir para el Camino de Santiago
1. Tamaño
Tendrás que elegir el sacos de 1,70 m a 1.95 m de dormir un función de tu altura, siempre teniendo un lógico margen para dormir cómodamente. Debes tener en cuenta la época del año en que realizarás el Camino ya que, por ejemplo, en verano no necesitarás acostarte con demasiada ropa y en invierno sí que tendrías que tener más espacio en el saco ya que, probablemente, utilices varias prendas para dormir. También es importante el tamaño que elijas a la hora de preparar la mochila, cuanto más grande, más peso a la hora de emprender.
2. Tipos de relleno
El relleno de los sacos de dormir puede ser o sintético o fibra o de pluma de ave, estos últimos menos económicos pero, en general, con mejores prestaciones. Dependiendo de tus intenciones y el uso que darás al saco una vez finalizado el Camino de Santiago tendrás que valorar el presupuesto que destinarás a la compra del saco.
Los de relleno sintético requieren menos cuidados y su mantenimiento es sencillo pero no ofrece las mismas garantías con respecto a la protección. Sin embargo, los de pluma, además de ser muy ligeros son una elección segura ante las bajas temperaturas pero su mantenimiento es más complejo y requiere de otro tipo de cuidados que no exige el sintético.
3.Clima
Durante el Camino de Santiago, dependiendo de la época del año que elijas, probablemente pases por diferentes situaciones metereológicas, no obstante, es recomendable que lleves un saco adecuado para temperaturas más bien frescas.
4. Ligero y compacto
Todas las medidas que tomemos con el objetivo de reducir el peso nos ayudarán a afrontar el Camino más cómodos y nuestra espalda nos lo agradecerá. El saco de dormir tiene que ser lo más ligero posible y con fácil sujeción a la mochila.
5 .Impermeable
Tanto el forro como las cintas que te ayudarán a fijarlo en la mochila, como por supuesto, el saco de dormir tendrán que ser de material impermeable. Casi podemos asegurar que en algún momento la lluvia te visitará y es fundamental que protejas tu “cama” de la humedad.
6. Forma
Hay distintas formas de sacos y normalmente cada una de ellas se asocia a un determinado clima por su capacidad de resguardar del frío y abrigar. El más común es el saco de dormir rectangular, como su nombre indica, es de forma rectangular y su peculiaridad es que se abre completamente y también lo puedes utilizar a modo de edredón y se recomiendan para temperaturas no demasiado frías. Los sacos momia se recomiendan para climas más fríos ya que cubren todo el cuerpo, incluso la cabeza dejando libre el espacio para la cara. Hay más variedades pero para el Camino de Santiago la mejor opción es elegir entre una de estas dos formas.
7. Temperatura
Existe una normativa europea , la EN13537, que regula las capacidades térmicas de los sacos de dormir, no es de obligado cumplimiento, pero la mayor parte de los fabricantes la respetan. Ten en cuenta que en determinadas aventuras más extremas el saco de dormir puede jugar un papel fundamental en términos de resistencia, de ahí que exista una norma que regule la temperatura.
En base a una serie de experimentos y pruebas en función de si el usuario es hombre o mujer y de sus características físicas. De esta manera la norma establece 4 temperaturas: temperatura máxima o superior, temperatura límite, confort y temperatura extrema.
Temperatura máxima: temperatura más alta en la que un hombre adulto estándar, de unos 80 kg, puede dormir de forma confortable sin sudoración excesiva.
Temperatura de confort: temperatura mínima a la que una mujer estándar, de unos 60 kg, puede dormir confortablemente.
Temperatura límite: temperatura más baja a la que un hombre estándar, de unos 80 kg, puede dormir confortablemente.
Temperatura extrema: temperatura mínima de supervivencia, en la que, una mujer estándar, de unos 60 kg, tiene un alto riesgo de sufrir una hipotermia.
Si quieres comprar un saco que cumpla esta normativa fíjate en la etiqueta, tendrás que encontrar una referencia a esta norma.
Estas son las consideraciones más importantes a la hora de elegir el saco de dormir para el Camino de Santiago y esperamos que te ayuden a tomar la mejor decisión.
Aquí tienes los mejores sacos de dormir para el Camino de Santiago
- Saco de dormir impermeable Naturehike: Tamaño 19 cm x 7.5cm, peso 700 g, muy fácil de llevar, es ligero y transpirable. Disponible en más colores.
2. Lixada 700 g: saco de dormir para el Camino de Santiago ultraligero y multificional para acampada, senderismo u otros viajes como puede ser el Camino de Santiago.
3. Ohuhu® 75 “x 34”: Saco de dormir para el Camino de Santiago impermeable y muy ligero (700 g), también ideal para para acampada, senderismo u otros viajes como puede ser el Camino de Santiago.
El saco de dormir para el Camino de Santiago en bici
Tanto si realizar el Camino a pie como si lo realizas en bici, el saco de dormir para el Camino de Santiago resulta imprescindible. Dependiendo de la época del año en que realices el Camino y también si eliges descansar únicamente en albergues, puedes encontrarte la sorpresa de que no tengan camas disponibles y tengas que dormir en el suelo. Sobre todo en los meses de verano, las posibilidades de que esto suceda van en aumento y tienes que estar preparado.
Otra posibilidad muy recomendable es llevar un saco sábana, se puede comparar a una finda a modo de sábana doblada a lo largo y cerrada por tres lados. El saco sábana es muy ligero y te salvará en situaciones en las que no existan plazas disponibles en albergues o bien la higiene no resulte de tu agrado.
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¡Buen Camino!
