Si hay un elemento importante dentro de la mochila del peregrino, ese es el calzado. Escoger un mal calzado puede llegar a frustrar nuestros sueños de completar la ruta. Pero, ¿cuál es el mejor calzado para el Camino de Santiago?
Elige el calzado para el Camino de Santiago
- No existe un zapato ideal para hacer el Camino, sino muchos. Hay que tener en cuenta la época del año, la ruta elegida y las características de cada persona. No es lo mismo hacer el Camino Baztanés en otoño que el Camino Francés en pleno verano. Por otro lado, algunas personas necesitan un extra de sujeción mientras que otras apuestan por la ligereza.
- Sería ideal llevar dos tipos de calzado para cambiar en caso de necesidad, pero en la práctica es imposible por el peso y espacio en la mochila. Asegúrate de probar bien el calzado antes de salir para no arrepentirte con tu elección. Sí puedes meter una chancla o sandalia ligera para descansar al final del día.
- Por lo general no se aconsejan las botas de montaña de caña alta. Son demasiado pesadas, duras y calurosas para la mayor parte de terrenos del Camino.
- Las zapatillas de deporte convencionales tampoco se recomiendan porque son demasiado flexibles y suelen tener la suela más fina.
- En un punto intermedio entre las botas de montaña y las deportivas están las zapatillas de trekking, senderismo o trail running. Son firmes, amortiguan y ofrecen agarre en terrenos diversos.
- ¿Impermeables o no? Aquí entran en juego las preferencias personales, ya que el calzado resistente al agua suele ser más caluroso y transpira menos. Si vas a hacer el Camino en otoño-invierno, desde luego tu calzado debe estar preparado para la lluvia. Busca membranas impermeables de calidad, que mantengan el pie seco y le permitan transpirar. En verano puedes optar por una membrana más ligera.
Un último consejo: usa siempre tu calzado con unos buenos calcetines. Tus pies te lo agradecerán.
¡Buen camino!