El Camino Portugués es conocida entre los peregrinos de ser una de las rutas más bonitas y asequibles por la diversidad de paisajes y la ausencia de desniveles. De las rutas que recorren el país, la más famosa es el Camino Portugués por la costa. Parte de Oporto y divide sus 280 kilómetros de distancia en unas 13 etapas.

Un gran aliciente de este camino es poder disfrutar de uno o dos días de turismo en la bella ciudad portuguesa de Oporto antes de empezar la peregrinación.
La decadencia y la atmósfera tranquila de Oporto llevan siglos fascinando al visitante. Oporto se disfruta sin prisas, simplemente dejándose llevar por las callejuelas.
Un paseo tranquilo permite al peregrino contemplar lo más destacado de la ciudad: las vistas del Duero, la Catedral, la estación de San Bento, la librería Lello e Irmao, la torre de los Clérigos, y sus numerosas iglesias y edificios históricos.
En Vila Nova de Gaia, el peregrino aficionado al vino gozará visitando las famosas bodegas del vino de Oporto, como Sandeman, Ramos Pintos o Calem.
Preparativos para el Camino en Oporto
El peregrino que empieza su ruta en Oporto puede adquirir la credencial en la Catedral (Sé) si no la ha conseguido antes.
El alojamiento de peregrinos del Camino de Santiago se ha realizado tradicionalmente en la Pousada da Xouventude de Porto. A pesar de ser un albergue juvenil permite también la estancia de peregrinos que presenten la credencial.
Además en 2015 se inauguró el primer albergue específico para peregrinos en A Casa Diocesana de Vilar. Dispone de 12 plazas.
El Camino se encuentra bien señalizado desde Oporto con las tradicionales flechas amarillas. Cuando veas unas flechas azules, no te sorprendas. Son las que indican la dirección para llegar a otro famoso punto de peregrinaje: Fátima.